La soldadura por puntos es uno de los procesos más utilizados en la industria para unir chapas metálicas, especialmente en sectores como la automoción, la fabricación de electrodomésticos y la construcción metálica ligera. A través de este artículo descubrirás en qué consiste exactamente soldar por puntos, cómo funciona el proceso, cuáles son sus aplicaciones, ventajas y consideraciones técnicas. Si buscas información detallada y clara para entender este tipo de soldadura y posicionarte en el mundo industrial, sigue leyendo.
Soldar por puntos
Cuando hablamos de soldar por puntos, nos referimos a un proceso de soldadura por resistencia eléctrica, en el que dos o más piezas metálicas se unen mediante la aplicación de presión y paso de corriente eléctrica a través de los puntos de contacto. El calor generado por la resistencia eléctrica funde el metal en una pequeña zona, formando un nugget o punto de soldadura al enfriarse.
Este tipo de unión no requiere material de aporte ni gas protector. Se utiliza principalmente en chapas metálicas de poco espesor (normalmente entre 0,5 y 3 mm) que necesitan una unión rápida, limpia y repetitiva.
¿Cómo funciona el proceso de soldar por puntos?
El proceso de soldadura por puntos se realiza mediante una máquina especializada llamada soldadora por puntos, la cual cuenta con dos electrodos de cobre (uno superior y otro inferior) entre los cuales se colocan las piezas metálicas que se van a unir.
El proceso sigue los siguientes pasos:
- Colocación de las chapas: Las piezas metálicas se posicionan una sobre otra entre los electrodos.
- Aplicación de presión: Los electrodos ejercen presión sobre las piezas para asegurar el contacto adecuado.
- Paso de corriente: Se hace circular una corriente eléctrica de alta intensidad (bajo voltaje, entre 1,5 y 10 volts) durante un tiempo muy corto (milisegundos).
- Generación de calor por resistencia: La resistencia al paso de la corriente genera un intenso calor localizado en el punto de contacto entre las chapas.
- Fusión y formación del nugget: El calor funde el material solo en ese punto, y al detener la corriente y mantener la presión, el metal fundido solidifica formando una unión resistente.
- Repetición: El proceso puede repetirse a intervalos regulares, generando múltiples puntos de soldadura en una misma línea.
Este procedimiento es altamente automatizable y por eso es el preferido en líneas de producción en masa.
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Ventajas de soldar por puntos
Este método de soldadura ofrece múltiples beneficios, lo que explica su uso masivo en la industria:
- Alta velocidad de producción: Se pueden hacer varias soldaduras por segundo.
- Automatización sencilla: Perfecto para líneas de producción automatizadas.
- Uniones limpias y sin aporte: No se necesita electrodo ni gas.
- Bajo consumo energético por punto.
- Alta repetibilidad y precisión.
- Estética uniforme: Ideal para aplicaciones visibles.
Consejos para una soldadura por puntos exitosa
- Mantén los electrodos limpios y bien refrigerados.
- Asegura una buena alineación y contacto entre las chapas.
- Ajusta correctamente el tiempo y la intensidad de la corriente.
- Evita materiales con recubrimientos gruesos o contaminantes.
- Verifica la formación adecuada del “nugget” según los estándares del material.
Cuando hablamos de soldar por puntos, nos referimos a una técnica especializada y eficiente de unión metálica mediante resistencia eléctrica, especialmente útil para chapas delgadas. Su velocidad, economía y capacidad de automatización la convierten en una de las técnicas más utilizadas en el entorno industrial moderno.
Gracias a este proceso, industrias como la automotriz o la de electrodomésticos pueden producir millones de componentes con uniones sólidas, repetibles y de alta calidad. Comprender a fondo cómo funciona esta técnica es clave tanto para soldadores profesionales como para ingenieros de producción y calidad.
DCM Formación Industrial, especialistas en soldadura e ingeniería mecánica.